Seguimos con el primer capítulo..
“A los cinco años me mandaron al colegio. Al del Sagrado Corazón, que era un caserón inmenso lleno de ventanas. Situado detrás de Chamartín, mi madre se daba unos paseos inmensos para llevarme al colegio y recogerme. En el Sagrado Corazón recuerdo muy bien a dos de mis profesoras: la señora Paquita, que andaba siempre haciendo sonar un pito a diestro y siniestro y la señorita Dulce, de un carácter muy seco y adusto que contrastaba fuertemente con su nombre. Sólo, años después, descubrí cuán dulce era en realidad la señorita Dulce y qué gran dosis de caridad había puesto en cada una de sus alumnas”
“Y hablando de alumnas y de escuelas. Jamás me dieron el número uno en ninguna clase y, mucho menos en comportamiento, por la sencilla razón de que no lo merecía. Me gustaban las Ciencias Naturales, la Literatura, pero me horrorizaba ante las Matemáticas.
“De la escuela Sagrado Corazón pasé durante una temporada, a las escuelas de Bosque.”
“Mientras yo estaba en la escuela en casa las cosas seguían igual, yo con un pánico tremendo a las tormentas y llorando por cualquier cosa y durante horas. Mi padre afirma que yo ya lloraba entonces llevando el compás, y que así entre lloro y lloro aprendí a cantar”….
Continuara…..
“A los cinco años me mandaron al colegio. Al del Sagrado Corazón, que era un caserón inmenso lleno de ventanas. Situado detrás de Chamartín, mi madre se daba unos paseos inmensos para llevarme al colegio y recogerme. En el Sagrado Corazón recuerdo muy bien a dos de mis profesoras: la señora Paquita, que andaba siempre haciendo sonar un pito a diestro y siniestro y la señorita Dulce, de un carácter muy seco y adusto que contrastaba fuertemente con su nombre. Sólo, años después, descubrí cuán dulce era en realidad la señorita Dulce y qué gran dosis de caridad había puesto en cada una de sus alumnas”
“Y hablando de alumnas y de escuelas. Jamás me dieron el número uno en ninguna clase y, mucho menos en comportamiento, por la sencilla razón de que no lo merecía. Me gustaban las Ciencias Naturales, la Literatura, pero me horrorizaba ante las Matemáticas.
“De la escuela Sagrado Corazón pasé durante una temporada, a las escuelas de Bosque.”
“Mientras yo estaba en la escuela en casa las cosas seguían igual, yo con un pánico tremendo a las tormentas y llorando por cualquier cosa y durante horas. Mi padre afirma que yo ya lloraba entonces llevando el compás, y que así entre lloro y lloro aprendí a cantar”….
Continuara…..
2 comentarios:
Pues la verdad es que no me imagino con uniforme y carita de no haber roto un plato jajajaja...con la energía que tenía seguro que revolucionó todo el colegio jejeje
Siempre que hay tormenta me acuerdo de ella porque a mí tb me dan pánico...
Será un camino neegroo, será será un camino azuul..
Me encanta en esta foto, sale preciosa...yo tampoco me la imagino como "la niña buena aprende a sumar...y sigue los consejos de papá y mamá..."
P.D: a mi me encantan las tormentas.
¡Un saludo a todos!
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